Autor: Ing. Salomón Chavez Tapia
“Es sabido que la deficiencia de micronutrientes (la desnutrición crónica y la ANEMIA), inciden negativamente en el ciclo de vida de una persona, particularmente cuando se instala en el periodo prenatal. Desnutrición y anemia, perjudican el desarrollo cognitivo, psicomotor, afectivo y sensorial de los infantes y a largo plazo, el rendimiento escolar, la productividad laboral, y el ingreso salarial, afectando el desarrollo y el crecimiento económico de las sociedades”
Palabras del Dr. Miguel Barreto, Director regional del PMA para América Latina (2021)
Cómo se define la anemia
La anemia se define como una disminución en la concentración de hemoglobina. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido los rangos de referencia normales dependiendo de la edad y sexo. Según estos criterios, en niños y niñas de 6 a 59 meses, la anemia está presente cuando la hemoglobina se encuentra por debajo de 11mg/L. Sin embargo, la anemia puede variar en intensidad. Si la hemoglobina se encuentra en el rango de 10 a 10,9 mg/L, se considera anemia leve; si está en el rango de 7 a 9.9 mg/L, la anemia es moderada, y si es menor a 7 mg/L, la anemia es severa.
El tipo más común de anemia se produce cuando el cuerpo carece de hierro. Esta afección se llama anemia por deficiencia de hierro y a menudo aparece cuando no hay suficiente hierro en la dieta. El cuerpo necesita hierro y otros nutrientes para producir hemoglobina y glóbulos rojos sanos. Por lo tanto, es importante obtener un suministro regular de hierro, así como de vitamina B12, ácido fólico y proteínas.
La anemia ferropénica compromete la habilidad del niño, o niña para aprender, lo que limita aún más sus perspectivas de futuro. En pocas palabras, limita su desarrollo. La anemia en una edad temprana puede afectar el desarrollo intelectual e incluso emocional del niño. Tiene un impacto en la formación del cerebro, y recuperar el daño, costará mucho más, que lo que se invierta más tarde, con acciones preventivas.
Causas y consecuencias
De acuerdo con la ciencia, la anemia puede tener muchas causas; sin embargo, en el Perú se encuentra estrechamente asociada a los bajos niveles de hierro en la sangre, problema que tendría su origen en una alimentación deficiente y deficitaria en este mineral, especialmente en aquellas zonas vulnerables donde las familias no cuentan con recursos suficientes, como nuestra sierra y selva.
Si bien se han identificado muchas causas de la anemia, la deficiencia nutricional debido a una falta de cantidades específicas de hierro en la alimentación diaria, constituye más de la mitad del número total de casos de anemia. Según la OMS, la deficiencia de hierro es la causa más común, sin embargo, otras deficiencias, como de vitaminas y minerales, inflamación crónica, infecciones parasitarias, y trastornos hereditarios pueden causar anemia. La anemia puede afectar las capacidades cognitivas de quienes la padecen, impidiéndoles aprender y asimilar conocimientos de forma normal en comparación con los menores sanos.
La desnutrición crónica y la anemia, inciden negativamente en la vida de las personas, incluso desde el periodo prenatal. Perjudican el desarrollo cognitivo, psicomotor, afectivo y sensorial de los infantes, más tarde, el rendimiento escolar, la productividad laboral, el ingreso salarial e incluso, el desarrollo y crecimiento económico de las sociedades. La anemia también afecta la competitividad del ser humano. Una madre con anemia, tiene mayor riesgo de mortalidad. Afecta el rendimiento escolar, disminuye la capacidad física, incrementa el riesgo de enfermedades.
La anemia en el Perú
La anemia es un problema de salud pública en el Perú. Su prevalencia en los niños de entre 6 y 35 meses es de 40.9%, una cifra que equivale a aproximadamente 700,000 infantes. Se trata, sin ninguna duda, de una cifra alarmante que debe ser disminuida lo antes posible a fin de preservar el bienestar de un vasto sector de nuestra población infantil.
Según el INEI, el año 2017, la prevalencia de anemia en niños y niñas de 6 a 59 meses, en el Perú, era de 34.5%. Es decir, de cada 100 niños, 35 presentaban algún nivel de anemia.
El 2019 el porcentaje de niños entre 6 y 35 meses en el Perú fue 40.1%. Cuatro años después, a fines del primer semestre del 2023, este porcentaje se incrementó, llegando a 43.6%. Se considera que la pandemia y la crisis política, afectó negativamente los esfuerzos que se venían haciendo. El porcentaje de niños con anemia en la costa alcanzó 38.1% y en la sierra, subió a 51.7% (ENDES).
El mismo año 2019, la situación de la anemia, mostraba que los mayores niveles de anemia en niñas y niños de 6 a 35 meses de edad se registraron en la Sierra (48,8%), seguido de la Selva (44,6%), Resto Costa (37,5%) y Lima Metropolitana (30,4%). Según el área de residencia, el porcentaje de las niñas y niños con anemia indicaba que este era mayor en los que residen en el área rural (49,0%) que en el área urbana (36,7%); conforme lo informó el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), según los resultados de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES).
De igual manera, el 2019, la situación de la anemia por regiones, mostró que la mayor prevalencia de anemia ocurrió en Puno (69,9%), seguida por Cusco (57,4%), Huancavelica (54,2%), Ucayali (53,7%), Loreto (53,0%), Junín (52,6%), Madre de Dios (51,4%) y Pasco (50,2%). Por el contrario, se observó menor prevalencia de anemia en Cajamarca (28,7%), Provincia de Lima (29,8%), Tacna (32,7%), Moquegua (33,2%), Arequipa (33,9%) y La Libertad (34,2%).
Para el año 2022, las estadísticas indicaron que, Puno seguía siendo la región con mayor porcentaje de niños con anemia, 70% de los niños mostraron prevalencia de anemia.
Según el INEI, a octubre 2023, las cinco regiones con mayor índice de anemia en niños de 0 a 3 años, fueron Puno (67%), Ucayali (65%), Huancavelica (65%), Loreto (63%) y Madre de Dios (60%).
Al tratar las causas de la anemia en el Perú, no se puede dejar de lado, otros aspectos que son determinantes para su prevalencia. Al respecto, el Colegio Médico del Perú indica lo siguiente:
- Desafortunadamente, una parte significativa de la población peruana, carece de ciertos determinantes sociales, como:
- Servicios de agua, saneamiento e higiene deficientes: Contribuye al incremento de enfermedades infecciosas.
- Inseguridad alimentaria y una alimentación de baja calidad: Falta de acceso a alimentos ricos en hierro y proteínas.
- Nivel educativo limitado en los adultos a cargo de niños: Dificulta la comprensión de información sobre salud y nutrición, impactando negativamente en la alimentación de los menores.
- Pobreza: Limita el acceso a servicios de salud, afecta el diagnóstico y tratamiento temprano de la anemia y determina el acceso a una alimentación adecuada.
La anemia en Arequipa
El 2019, antes del COVID, el porcentaje de niños entre 6 y 35 meses con anemia en la región Arequipa fue de 33.9%. Sin embargo, de acuerdo al Reporte Regional de Indicadores Sociales de Arequipa de diciembre 2022, elaborado por la Dirección General de Seguimiento y Evaluación - DGSE-MIDIS, de diciembre de 2022, señala que el Porcentaje de anemia en niños de 6 a 35 meses, el año 2021, fue de 38.4%, y que 2023, este porcentaje se habría incrementado hasta alcanzar 40.2%, Lo que demuestra que la región Arequipa, habría retrocedido en la lucha contra esta deficiencia.
Si bien se podría decir que la situación de la anemia en la región Arequipa es menos grave en comparación al promedio nacional, es pertinente indicar que, en la misma provincia de Arequipa, en distritos como San Juan de Tarucani y Santa Isabel de Siguas, la totalidad de los niños son anémicos. Y otros distritos, como Quequeña, Mollebaya, Yarabamba, Chiguata, Pocsi y Polobaya, registran hasta un 50% de anemia infantil.
Cómo enfrentar la anemia
Existen múltiples propuestas de cómo enfrentar la anemia. Por mencionar algunas, elaborar un proyecto de difusión dirigido a padres de familia para concientizarlos sobre los impactos negativos de la anemia a corto y largo plazo en sus hijos, y los métodos para evitarla, así como la importancia de la buena alimentación y la identificación de alimentos altos en hierro. En esta línea, también se podría ejecutar campañas educativas dirigidas a los mismos niños en edad escolar, sobre la anemia, sus causas y sus terribles consecuencias sobre el ser humano.
Desde el ejecutivo informan que está en marcha una estrategia de prevención y control que incluye el seguimiento nominal de niños para verificar sus niveles de hierro en la sangre, el abastecimiento de suplementos con el mineral para la alimentación y el acompañamiento mediante la teleorientación y el telemonitoreo; y en segundo término, se está poniendo en marcha campañas de información para instruir tanto a las mujeres gestantes como a las que ya tienen hijos en el rango de edad de riesgo sobre los medios para evitar la aparición de este problema en los niños.
Anemia y Ejecución de fondos
Debido principalmente a la pandemia del COVID, y la situación política del país, es evidente que la situación de la anemia en el país ha empeorado. Los recursos que el gobierno dedica para reducir la brecha de prevalencia de anemia, no sólo son insuficientes, sino que, además, se ejecutan de manera deficiente. Por tanto, es urgente reforzar el trabajo de las instituciones involucradas con este problema, para retomar la tendencia hacia la baja de la prevalencia de anemia, especialmente en algunas regiones como Puno y Madre de Dios.
La lucha contra la anemia, no solo enfrenta la escasez de recursos, también adolece de una deficiente gestión en la ejecución de los fondos que se asignan para disminuir este mal. Un informe del MEF señala que Puno, que fue la región con el mayor índice de anemia en todo el Perú el 2023, se le asignó cerca de 2 millones de soles para atender la enfermedad, y, sin embargo, hasta el 10 de julio de ese año, solo había ejecutado el 29.5% de este monto. Loreto, con casi 1 millón de soles recibidos, ejecutó solo el 34%, mientras que Huancavelica, a quien se le asignó 621 mil soles solo había utilizado el 7%. Es decir, transcurrido medio año, habían ejecutado menos del 35% del presupuesto que se les había asignado para el 2023, para prevenir y tratar esta enfermedad. Diferente fue la situación de Ucayali, que siendo la segunda región con más anemia, fue la que más avanzó en la ejecución de su presupuesto para combatir esta enfermedad. Ejecutaron un 67% de los casi 2 millones que se le adjudicaron. El caso extremo, fue la región de Madre de Dios que, a siete meses de haber iniciado la nueva gestión de su Gobierno Regional, solo había ejecutado el 0.3% de los 243 mil soles de su partida para combatir la anemia en este año.
En consecuencia, no solo es la falta de recursos, también es la deficiencia en la ejecución de los fondos destinados para combatir este mal.
Fortificación de alimentos, estrategia para combatir la anemia
El Doctor Fernando Hurtado, profesional conocedor y comprometido con el asunto de la lucha contra la anemia, considera que una alternativa para luchar contra la anemia, es la fortificación de alimentos de consumo masivo y diario, como el arroz. Esta propuesta se fundamenta en su trabajo en Costa Rica, en el DECYTA-CENA –INS, con apoyo del PMA, para desarrollar el proceso tecnológico para fortificar arroz, el mismo que después de ser suministrado a niños, logró reducir la anemia en un 79%.
A partir de esta experiencia y teniendo en cuenta que el Perú es el país que consume más arroz en Latinoamérica, es posible que esta estrategia podría ser más efectiva que otras, como el suministro de fierro a los niños.
Es importante tener en cuenta que la población peruana consume arroz, todos los días, sin distinción alguna. El consumo promedio por habitante es de 54 kilos al año. En la selva la gente consume hasta 58.1 kilos, en la costa 51.6 y en la sierra llega a 36.2.
Bajo esta perspectiva, en el 2021 se presentó un proyecto de ley para establecer como obligatoria la fortificación de arroz, pero todavía no culmina este proceso. Sin embargo, actualmente hay hasta 2 empresas que ofertan arroz fortificado. Lo que falta es promocionar su consumo entre la población, enfatizando sus beneficios, y señalando, que el precio es totalmente accesible a las grandes mayorías.
Conclusiones y Recomendaciones
A partir de lo expuesto, se puede formular algunas conclusiones:
- Como tantos otros problemas que adolece el país, no estamos dando la debida importancia a la anemia. Si reflexionamos sobre los devastadores efectos de la anemia sobre el cerebro de los niños, y las cifras que informan de la situación de la anemia en el Perú, es evidente que no se está enfrentando este problema con la responsabilidad que exige, y que es terrible lo que se viene en los próximos años, si estamos partiendo de una población cuyo 40% de niños entre 6 y 35 meses, padece anemia.
- Es difícil planificar acciones, si partimos de información estadística que muestra enormes diferencias, entre las fuentes que generan esta data sobre este problema. No hay acuerdo entre lo que informa INDEI, en base a ENDES, y la información con que trabajan las Gerencias de salud. Según ENDES, la prevalencia de la anemia habría incrementado en los últimos años, sin embargo, por ejemplo, para la GERESA de Arequipa, la anemia está disminuyendo.
- Aparentemente se está trabajando en este problema, pero habría cierto desorden y falta de coordinación entre los involucrados en este problema. Se ejecutan acciones para combatir la anemia, pero aparentemente no se coordinan esfuerzos, tampoco estrategias.
- A estas alturas, sería conveniente disponer de una propuesta consensuada que maneje una base estandarizada y una estrategia compartida por todos los actores, con un enfoque de complementariedad, donde se establezca claramente, qué hace quién.
- Vigilar que los recursos asignados, se ejecuten de manera eficaz y eficiente. No puede ser que, en determinadas regiones, disponiendo de recursos, muestren porcentajes altos de niños con anemia.
- Investigar de manera comparativa la eficiencia del uso de alimentos fortificados como el arroz, frente a suplementos de fierro, o en todo caso, si pueden ser complementarios. Es probable que el arroz fortificado podría ser una estrategia, de aplicación más sencilla, con mejores resultados y a menores precios. Se podría realizar un piloto para dilucidar este asunto.
- La lucha contra la anemia es una tarea de todos. Si queremos tener un mejor país, debemos priorizar la alimentación saludable y la buena educación, para todos los peruanos, sobre todo, la de los más pobres. Con el esfuerzo de todos, tenemos que reducir el flagelo de la anemia.